HANCOCK

¿Es un borracho? ¿Es un vagabundo?

No, es el súper héroe Hancock que llega para romper todos (o casi todos) los estereotipos de películas de seres súper dotados en la historia de la pantalla gigante.

Hancock (Will Smith) es un “súper héroe” deprimido que no recuerda su pasado y se alcoholiza hasta perderse y quedarse dormido en las bancas de su ciudad. Además y a pesar de la población de Los Ángeles, este pseudo guardián de la justicia (que está en conflicto por el simple hecho de serlo), combate el crimen en su muy particular estilo, es decir, captura a los villanos, salva multitudes pero causa tremendos destrozos por dondequiera que pasa.

Una buena tarde, Hancock rescata a Ray Embrey (Jason Bateman) un ejecutivo de relaciones públicas que lucha por una labor altruista con mucho corazón pero pocos resultados. Después de casi ser destrozado por un tren, Ray está muy agradecido con Hancock por salvarle la vida y le ofrece manejar sus relaciones públicas y cambiar la percepción que los habitantes de la ciudad tienen sobre él.

El proceso no será fácil, sobre todo porque como parte de la estrategia publicitaria Hancock deberá pasar un tiempo en la cárcel; además Mary (Charlize Theron), la esposa de Ray, tiene una especial aversión contra el súper héroe. En esas circunstancias inicia la aventura.

Del multitalentoso director (también actor, productor y guionista de otras obras), Peter Berg, llega una historia completamente fuera de serie (aunque no falta de clichés y exagerados efectos especiales), que seguramente será la fascinación de multitudes.

Con un guión sumamente original (que además no se basa en ninguna historieta), excelentes actuaciones y una que otra carcajada por la exageración de los súper poderes del “¿ángel, inmortal o súper héroe?” en cuestión, la cinta es una excelente manera de divertirse, sin cuestionarse.

Lo que algunos definirían como “entretenimiento puro”.

La originalidad y frescura de la trama es sin lugar a dudas la principal arma de Hancock, aunque durante sus casi dos horas de duración se pasa de la sorpresa a la hilaridad, combinada con un poco de ternura y confusión, para por fin comprender, que este “esotérico” drama de aventura y acción con toques de romance, es un bien orquestado experimento multidisciplinario que “retuerce” las reglas establecidas en el cine hasta ahora conocido.

El súper héroe Hancock, no sólo es el clásico chico malo, sino un personaje antisocial que es capaz de agredir desde una anciana, hasta un jovencito irreverente.

En el fondo es bueno, quiere reformarse pero no puede, y para darle vida, no sólo un gran actor hollywoodense, Will Smith (The Pursuit of Happyness), sino también un afroamericano, que rompe cualquier estereotipo y se apersona como el primer “súper héroe” original del cine en mucho años. Y por cierto, la película no sería lo que es sin su presencia, definitivamente, este Smith y su carisma salvan la historia.

Sí, hay emoción, sí, hay posibilidad de lagrimeo y la responsable es la impresionantemente bella ganadora del Óscar, Charlize Theron (Monster), y la historia secundaria entre ella y el mismísimo Smith, pues en un par de escenas le regalarán la dosis de drama necesarias para que la cinta también sea atractiva para el público femenino.

Jason Bates (Juno) en una buena actuación equilibrando el poderío de Smith vs. Theron. Si el mundo es justo esta puede ser la cinta que le dé el merecido estrellato a Bates y también al director Peter Berg, responsable de cintas como The Kingdom o Friday Night Lights.

Persecuciones; sustos; impresionantes efectos especiales; buenas carcajadas e ingeniosos diálogos; además de sus correspondientes escenas románticas; esotéricos encuentros y sobretodo originalidad en guión; todo eso a pesar de las exageraciones, falta de lógica y otros errores de edición que un público benévolo dará por descontado, hacen de Hancock una película digna de verse.

fuente: diario de las estrellas

Actores Principales:

Will Smith

Charlize Theron

Jason Bateman